El arte es mi forma de vida; la pintura mi manera de expresarme. Ella penetra mi pensamiento, mis sueños, y toda mi existencia. En el ir y venir del pincel y la espátula, uno se transporta hasta el fondo del alma, a lo más profundo de uno mismo. Cada obra terminada refleja entonces la intimidad y la desnudez de cada artista. Así, cada una de mis piezas lleva entre sus capas de pintura una parte de mi corazón y de mi fuerza de vida.

El hilo con el que se hilvana mi obra, tiene que ver con la contemplación de la naturaleza, el silencio, y la búsqueda de mi idea de la belleza. No intento replicar la naturaleza sino interiorizarla, de manera que al pintarla quedan plasmadas formas abstractas e indefinidas, que van de lo real y lo reconocible, a lo desconocido, en un mundo onírico de atmósfera misteriosa. 

 

Para mi, la observación de la naturaleza es belleza y, en este acecho, encontré mi propuesta creativa, que es el concepto de la vida. Yo soy mujer, yo soy vida.  Mi obra trata entonces sobre la vida y lo femenino: resalta la delicadeza, la fuerza, el deseo, la humedad, y el misterio de lo femenil. La tierra, la fecundidad, la germinación y hasta las piedras como parte de una piel sensible y viva que es nuestro planeta. 

 

Estos elementos que penetran mis sueños, me despiertan en paz, y culminan nostálgicos, en una fábula de tonos suaves y minerales. En esta ensoñación, mi obra refleja elementos que sin buscar, encuentro, y sin pensar, proyecto, como el origen de nuestra existencia. Mi pincel los convierte en símbolos que dan vuelo a mi imaginación, fuente de mis sueños. Yo los convierto en ideas de mil colores y de esta manera, quedan plasmados en mi lienzo.  

 

-Tracy E. Lara.